samedi 7 avril 2007

Le voyage à Londres [l'arrivée] - Empezando con buen pie

El jueves 29 de marzo decidimos zarpar hacia la capital del Reino Unido. El avión salía a las 15:45, así que decidimos estar en el aeropuerto unas dos horas antes por tratarse de un vuelo internacional. El caso es que como siempre, Samu y yo (que estamos hechos de la misma calaña) nos dejamos unas cosillas para el último día, tales como hacer unas compras en Carrefour, cortarse el pelo, y en mi caso incluso ir a vacunarme. Así que a las 8:20 ya estaba yo presente en la puerta del médico... hecho mierda por no haber dormido, después de haberlo dado todo la noche anterior, y pillando un frío matinal de cojones.
A la vuelta del médico, y de nuevo en el campus, salí a despedirme definitivamente de dos personas que me han marcado muchísimo y a los que ya he guardado un sitio privilegiado en mis buenos recuerdos de la experiencia Erasmus. Hablo de mis grandes amigos Isma (Madrid) y Peter (Líbano) que ya se nos han ido de la ENST B. para ir a parar a París, y así empezar sus vidas "profesionales" en una empresa. ¡Desde aquí les deseo toda la suerte del mundo!

Después del paso por Carrefour llegaríamos a la estación SNCF dónde pillaríamos una furgoneta (o navette como dicen los gabachiles) que nos llevaría al aeropuerto de Brest. Voilà.

Samu con una sonrisa de oreja a oreja :D

Una vez allí, y después de la facturación de maletas (con su espera de rigor), sorpresita... y por consiguiente, primera jruñada* del viaje: Los agentes del aeropuerto nos requisarían toda la comida en conserva que justo unas horas antes habíamos comprado en el Carrefour. Varios botes de atún, maíz y verduritas se fueron al carajo, y cojiditos de la mano los euros que nos habíamos gastado en ellos. "Joli". Así que nos quedamos con los varios kilos de pan de molde que habíamos comprado. Sí sí, varios kilos... que compartirían más adelante las mismas experiencias que nosotros alojaditos en nuestras mochilas... jodiéndonos los lumbares, por si fuera poco.

Bueno, pues en 10 minutos nos metimos en el aeropuerto de London Luton debido al cambio de hora. Y sin más preámbulos, cogimos el autocar de GreenLine para llegar en una horita y pico a Oxford Street. El próximo paso fue buscar el Hostel, que no fue tan sencillo como esperábamos porque... ¿cómo podemos ser tan jruñas** de no anotar la dirección del hostel? Yo solo recordaba que se llamaba Royal algo... Ya llevábamos dos. Tuvimos que llamar a Neus, que llegaría unas horas más tarde, para que nos echase una manita "soplándonos" la dirección. Siguiendo Bayswater Road, y ya de camino al hostel, pararíamos en un badulake de pakis***, que los hay a patadas por Londres. Y que por cierto, extrañamente olía a sudor de huevos y a bilis... Bueno, pues allí compramos un poquillo de mezcla para así aprovechar el pan que llevábamos. Aún me pregunto como pudimos comprar de ahí...

Subiendo la gran avenida, y buscando el número del hostel, la volvimos a liar. Y por tercera vez en el mismo día. Pasamos justo por el lado del hostel sin ser capaces de verlo, siguiendo cuesta arriba a nuestra bola... tan campantes. Después de buscar y buscar, llegando a tener la suerte de encontrar una amable londinense que hablaba... en español!... y que se prestó a ayudarnos (con mucha voluntad pero sin llegar a tener éxito), decidimos volver atrás hasta que el famoso Royal Bayswater Hostel topó con nuestras propias narices. Agridulce sorpresa.

Finalmente, con más pena que gloria entraríamos al hostel y encontraríamos que estaba lleno de niños en plena adolescencia. Creo que los dos llegamos a pensar, "si se supone que vamos a dormir en una habitación de 20... y aquí no hay más que chiquillos armando jaleo... ¿podrá uno buenamente descansar?"
Más tarde pudimos comprovar que compartíamos habitación con gente adulta, que "solo" ocasionaría molestías a las 7 de la mañana con sacudidas de litera y aperturas de ventana, dejando pasar el "cálido" airecillo matutino... pero ça va.

La siguiente batalla se nos presentaba al intentar expresarnos en inglés con la chica del hostel, con la sorpresa de que... ¡llevábamos puesto el chip francés! Incapaces de enlazar dos frases con sentido en inglés, estuvimos 20 minutos para explicarle que efectivamente la reserva del jueves noche estaba hecha a mi nombre, pero que en realidad era Neus la que iba a ocupar esa plaza. ¡Qué dos!

"Mejor acostarse a dormir y mañana ya lo daremos todo, que hoy ya la hemos liado parda" dijimos. Así que a las 22h yo ya estaba frito en la cama, mientras que Samu esperaría la llegada de Neus.


* jruñada: Cosa o acción que se considera propia de un jruñas**.
** jruñas: lamentable.
*** pakis: pakistanís.

1 commentaire:

Verónica a dit…

ajajjajajajaj
ke buena la historia, veo ke lo pasaron la raja (bakan) en el viaje, me imagino ke les siguieron pasando mil tallas más asi ke espero ke continues contando de tu viaje y subas mas fotitos po ;)
fue super genial hablar contigo hoy...
suerte en tu nuevo trabajo alla en la esnt y pasalo bem nu mas
tkm, un besote