, dicen en mi pueblo. Pues sí. El sol salió en Londres y nos dio una alegría.
Iniciamos la aventura de nuevo cruzando de buena mañana el Hyde Park. Aunque esta vez sí, lo cruzamos enterito a lo ancho hasta llegar al
Albert Memorial, monumento en honor al príncipe Alberto, marido de la reina Victoria. Curiosamente cuentan que era gay y que se cepilló a una buena parte de los londinenses de aquella época
(¿a cuántos, Samu? ¿A más de medio Londres? ¿O eran menos, Neus? xD). Justo enfrente queda el
Royal Albert Hall, un grandísimo local donde se realizan conciertos y que fue también construido en memoria del mismo Albert.
Neus, Samu y yo en el Albert Memorial
Siguiendo la Kensington Road, llegamos hasta el Hyde Park Corner, donde se empezaba a distinguir un gran tumulto de gente. Efectivamente la caballería de la reina desfilaba ya por los alrededores del palacio... llegábamos en retraso al cambio de guardia. Así que, sin prisa pero sin calma, acabamos llegando al corazón del desfile. Y allí permanecimos hasta que salieron de palacio, bien formados y perfectamente compenetrados, todos los soldaditos de la reina.
El cambio de guardia.
Al finalizar el cambio de guardia, encontramos a Nuria y a Carmen, que llegaban también en retraso debido a unos problemas con el metro. Y ya tomamos el
St.James Park hasta llegar a una gran avenida que desembocaría en uno de los monumentos más conocidos de Londres:
el
Big Ben. Pues... sinceramente... no me impresionó mucho. Aunque sí que es cierto que cuando más lo ves, más te gusta :D ¡No sé porque pero me lo imaginaba mucho más grande! Contiguamente también se situan
the Houses of Parliament y la verdad es que todo en su conjunto es muy bonito.
Neus, yo, Carmen, Samu y Nuria en el Big Ben.
Aprovechando que en la misma calle del Big Ben hay un
Tesco*, compramos alguna cosilla para acompañar la comida y nos sentamos a zampar en uno de los bancos del paseo que bordea el Támesis, en vistas al London Eye. Allí Nuria nos dejó y Neus, Carmen, Samu y yo seguimos el camino, siempre siguiendo el paseo, hacia la
Tate Gallery. Ahí fue cuando Samu decidió acelerar su ritmo, quedándonos los otros tres más rezagados. Bueno, no os explicaré para qué, aunque después de comer uno se puede imaginar por dónde iban los tiros xD De camino pudimos disfrutar de las vistas que nos ofrece el
Támesis y de sus puentecitos. No tiene desperdicio.
Al final llegamos a la
St.Paul's Catedral y allí fue donde Neus encontró a unos amigos de su facultad :O. Otra prueba más que nos hace pensar que realmente el mundo sí es un pañuelo...Y mientras tanto, otro de los artistas "callejeros" (que los hay muchos por Londres), sentado con su guitarra en las cercanías de la catedral, nos deleitaba con su música...
Atravesando el puente llegamos a la Tate Gallery y, en lugar de visitar sus obras de arte moderno como buenos turistas, decidimos subir al último piso para disfrutar de las vistas (mira tú, me ha quedado con rima y todo :P). Y allí fue donde, cual mendigo, me eché una siesta apoyado en una pared del pasillo, mientras los otros charlaban de sus cosas. N'importe quoi.
Y lástima fue, después, cuando no pudimos contentar nuestro impulso infantil al no podernos tirar por los toboganes del museo, que bajaban (al estilo Aquopolis) desde la séptima planta del edificio hasta la planta baja. "Caguenlaputa" no llegar antes!
Haciendo cola para el tobogan (después de la siesta, se nota? jeje). Como niños... :P
Ahora quedaba el
Golden Eye** por ver, así que nos dirigimos hacia él. De camino, más artistas: algunos mimos y un grupito reggae con bailarines de bien entrada edad... imaginad tres abuelos vestidos como los del anuncio del 11811 (el de los pelucones) dándolo todo al ritmo de la música reggae! Una mezcla muy original y muy friki, la verdad xD
Y el
London's eye. 14'5 "poundazos"! Y con la cantidad de gente que sube! Menudo negocio que tienen ahí! Pues nada, subimos. Porque siempre piensas:
"Bueno, pos ja que estem ací pugem, no?". Pues es algo que en mi opinión nos hubieramos podido ahorrar perfectamente. Eso sí, se puede verLondres desde el aire...
El ojo de Londres (impresiona, no?)
Al bajar del chisme, paseando llegamos a la
Westminster's Abbey, pero nuestros estómagos ya pedían alimento. Así que dimos media vuelta y llegamos a parar de nuevo a una hamburguesería. Esta vez McDonald's, que nos ofreció un menú más barato que su rival. Raro, ¿no?
Y ya se nos hizo hora de salir, y esta vez sí, pudimos llegar con bus a la zona de
Chelsea, donde nos esperaban Nuria y Patri, motivadísimas para daaarrrlo. Sin cambiarnos, y cargados con la dichosa mochila (rollo guiris a muerte) entramos a un "pafeto" que quedaba cerca del apartamento de Nuria. 5 pounds de entrada. Había buen ambiente, pero ahí estaba yo, "més cansat que una burra" y asándome como un pollo... sin poder quitarme el jersei,
pues llevaba camiseta interior debajo. ¡Qué jruñas!
Después de tomárnos algunoso tanques de cerveza y ver como la Patri se ligoteaba a un simpático australiano, se nos hicieron las 2 y el pub nos encendió las luces indicándonos el cierre. Pillamos el bus y yo, rebentado, decidí parar en el Hyde Corner para irme "de cabeza" al hostel. Los otros siguieron su noche por los pubs de Londres.
Qué pena enterarme después de que existía el bus 148, que nos deja en la misma puerta del hostel, porque tuve que pasearme solo y a las 2:45 a.m. todo el Hyde Park para llegar al sobre. Una hora deámbulando por ahí. Si és que
"quand on est con, on est con"...
*Tesco: cadena de supermercados (tipo Mercadona) que nos salvó la vida con comida barata (y de calidad!)
**Golden Eye: Manera de nombrar al London's Eye de Samu.